viernes, 27 de junio de 2014

Sentir la fiesta

Hoy día 28 de junio, a menos de diez días para dar comienzo a la fiesta más maravillosa del mundo, una pamplonica como yo tiene un constante pensamiento "Ya falta menos". Y es que ser sanferminer@ de corazón es un modo de vida. Os explico...


 Nosotros vivimos medio año descontando y pasado el hemisferio de la espera, una vez superada la navidad y el fin de año, comenzamos a contar. Uno de enero, dos de febrero y tres y cuatro... Y la espera pasa de ser nostálgica y eterna a hacerse dulce, alegre y emotiva. Cuando a penas falta un mes, llegados a junio, todos nuestros planes circulan entorno a la que se avecina. La ciudad comienza a respirar diferente, a moverse diferente, algo se palpa en el ambiente. Los que estamos fuera, tenemos la mente ya en  Pamplona y el corazón, ese siempre. Y comienzan a aparecer fotos de los protagonistas en los diarios y las redes. Se habla de ellos, los reyes de la fiesta, los culpables de la pasión, entre los gloriosos, los más gloriosos de su especie, los insignes e ilustres toros para Pamplona. Por estas fechas vemos ya, la vida en blanco y rojo.

 Quien no haya experimentado las verdaderas sensaciones de esta fiesta, nos puede llegar a tomar por locos. El día 6 de julio desconectamos del resto del mundo y hasta de nuestras vidas cotidianas y nos permitimos olvidarnos de todas las cosas importantes de este planeta. Sin embargo, amamos tanto y nos sentimos tan orgullosos de estos elixires, que queremos compartirlos, hacérselos llegar al mundo entero. Que sepan que la felicidad existe durante casi nueve días en esa ciudad, Pamplona. Escuchándome decir esto, creo que tampoco les falta razón a los que nos toman por locos... Pero es que la razón y la pasión a veces van reñidas y cuando eres embrujado por el hechizo pamplonica, ya no hay marcha atrás.

Otra cosa que nos caracteriza a los sanfermineros de corazón, es que somos incapaces de ir el día 14 de julio al pobre mí, no, eso es algo que no podemos soportar. Una pena grande invade nuestros corazones y hasta el alma y una angustia grande se nos anuda a la garganta cuando se acercan las 12h de la noche. Somos incapaces de escuchar y mucho menos de entonar ese cántico que dice "pobre de mí, pobre de mí..." 
Preferimos ignorar ese escenario melancólico en el que ya solo brillan las luces de las velas y los ojos de los allí presentes. Un brillo que narra la dulzura de lo vivido y la tristeza de la larga espera que da comienzo en ese mismo momento.
Nosotros, luchamos por alargar esos días, pedimos una copa de champan y brindamos con alegría porque "ya falta menos para los próximos sanfermines" y sí, entonces lloramos y damos gracias a nuestro querido San Fermín por echarnos ese capotico que nos protege durante las fiestas y nos carga de alegría y energía para todo el año.
Y ya no os cuento más, prefiero dejar que vosotros mismos vayáis a Pamplona y pongáis nombre a vuestros propios sentimientos. Solo me queda añadir una cosa... Ya falta menos!!!!!!!!!!!!!


¡¡¡¡Viva San Fermín, Gora!!!! 


3 comentarios:

  1. Como escribe mi niña, eso es sentimiento, eso sale de muy adentro, eso se ha mamado. Un besico. VIVA SAN FERMÍN, GORA SAN FERMÍN.

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  2. Siiii ya sabes que soy muy sanferminera!!!! ya falta menos!!

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  3. Gora San Fermin!!! Qué ganas!!!

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