miércoles, 14 de mayo de 2014

Con amigas en Sevilla

Nos movemos constantemente. En la vida unos vienen y otros se van. Algunos nos movemos en nuestro barrio de aquí para allá y otro se mueven por el mundo. Entramos en la vida de algunas personas y de tanto movernos, salimos sin darnos cuenta. Nos movemos constantemente. A veces movidos por la inercia, otras movidos por el amor. En ocasiones nos mueven los deseos, los sueños, la querencia y otras veces no quisiéramos movernos más, pero no podemos parar. Las personas saben donde nacen, pero no saben donde morirán. Nos movemos constantemente. Y entre tanto, de vez en cuando, hay alguien que congela el tiempo un instante para entrar en nuestro corazón: Un buen amigo, una buena persona, tu maestro, un gran amor. Esas son las personas que cuando se vayan, cuando se muevan, aunque no vuelvan más, estarán siempre contigo.

 La semana pasada estuve en Sevilla con cinco amigas más. Todas vivimos en Madrid y casi ninguna somos de la capital: Cádiz, Zamora, Badajoz, Pamplona... Os las voy a presentar:

Ana: La chica de la sonrisa perpetua. Independiente, divertida, completa y sobre todo, buena amiga.

Blanca: Esta señorita con imagen de mujer fatal, es un tesoro en bruto. Rebosa energía, talento y carácter. 
 Almudena: Ella es mi pequeñaja, es el bebe del grupo. Un poco alocada y muy sensible. Tiene un corazón que no le cabe en el pecho.

Laura: La mami del grupo. La combinación perfecta entre jovialidad y responsabilidad. La amiga perfecta para conversar.


 Rocio: Hermana de Ana. Fina, agradable y educada. Un cielito de persona.


Maitica... Esa soy yo...


 Sin pensarlo mucho decidimos coger los bártulos y encaminarnos a la feria. Era bastante temprano cuando nos encontramos en un lugar puntual de Madrid. Imaginen el maletero del coche de Rocio. Los volantes de los trajes rebosaban el maletero como agua que desborda una bañera. Blanca empujaba de una lado y ellos se revelaban por el otro. Almudena se sentaba encima y hasta saltaba como una niña chica sobre su cama. Ana trataba de cerrar la puerta sin éxito y Laura chillaba ¡cuidado no les pilles los dedos!
Suena un poco aparatoso e incluso loco, pero resultaba tan divertido. Nos montamos en el coche y en esa dinámica fue el resto del viaje. Cinco mujeres dentro de un coche (ya que Rocio llegaría más tarde) sin poder moverse ¿como pueden llegar a moverse tanto? Nos movemos constantemente.
Al llegar a Sevilla, como si no llevásemos suficientes trajes, paramos en casa del diseñador y amigo Antonio Vidal, todo un maestro en lo suyo. Fue entrar en el taller y como locas, queríamos todo lo que veíamos. Las cinco en cueros corriendo de aquí para allá. La flor, la blusa, la peineta... Una hora después, Vidal como por arte de magia, nos tenía todo listo. Tanto así que ya nos esperaban en la cantina del pueblo con sus típicos manjares y mucha cerveza fría "pa la caló". Ya estábamos en Sevilla, se respiraba en el ambiente.

Poco después llegamos al apartamento donde nos alojábamos, en pleno barrio de Santa Cruz. Para quien no lo conozca, es uno de esos lugares en los que tienen encanto hasta las colillas tiradas en las aceras y mira que es decir. Nuestro apartamento a un paso de la catedral, bien cerquita de la Maestranza y a pie de calle. Lo forramos de vestidos y mantones de colores, flores por todas partes. Musiquita y rebujito para prepararnos, las ventanas abiertas y sobre todo lo llenamos de alegría. Cuando quisimos darnos cuenta, había un montón de gente parada en nuestras ventanas haciendo fotos y hasta tocando las palmas.
Me gustaría hablarles de un lugar súper especial al que nos invitaron. El espacio "Arte Taurino Sevilla" situado en una callecita alado de la Plaza de toros de la Maestranza, en el ático de una galería de arte. Un espacio acogedor y con mucho encanto donde nos dieron un trato excepcional. Tengo que darles las gracias mil veces y aún así, me quedaría corta. Qué amabilidad, que calidad, que buena gente y que arte.
Y como se suele decir "más vale una imagen que mil palabras". Así que para que se hagan una idea de como lo pasamos, les dejo una tiradita de fotos. No podría contarles todo, que todo lo que se dice, se sabe. Muchísimas gracias a todos los que nos recibieron y trataron tan bien en todos y cada uno de los lugares a los que fuimos. Os adoro y adoro Sevilla.

Nos movemos constantemente. Cada una de nosotras nacimos en "alguna parte", lejos la una de la otra, en distintas ciudades. No teníamos porque haber coincidido en la vida, ni siquiera teníamos porque cruzarnos por la calle. Pero en nuestro constante movimiento, inconscientemente seleccionamos. Ahora nos movemos juntas y juntas disfrutamos, nos complementamos, nos ayudamos, discutimos, reímos y con todo, nos aceptamos. Quien sabe si un día nos moveremos cada una por su lado, quizá nuestros caminos se separarán o quizá no, pero si eso sucede, seguiremos siempre juntas porque fuisteis capaces de congelar un instante el tiempo y tocar mi corazoncito.  
¡¡ Os quiero amigas!!

En el taller de Antonio Vidal



En el apartamento


 De paseito 



 Espacio Arte Tour




 En la Maestranza




En la Feria





5 comentarios:

  1. Qué bien os lo habéis pasado, envidia cochina siento de vuestra alegría, vuestra juventud y vuestra belleza, pero bueno, envidia sana, me encanta leer tus relatos, creo que soy tu más fiel seguidora. Besicos para ti y para tus amigas.

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    1. Gracias!!! Lo pasamos fenomenal, muy divertido todo!! Un besito fuerte!!

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  2. Olé, que viva el movimiento y la buena gente!!!

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  3. Que guapas y que divertido todo!!
    Un besito fuerte!

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