lunes, 27 de octubre de 2014

Corredor de Encierros en Fira d'Onda

Casi a finales de octubre y con la repentina ola de frío que envolvía la península entera, parecía que nuestras mentes habían despedido ya la temporada de toros. Finales de octubre suena a noviembre y cuando uno se sitúa a esas alturas del año, solo lo relaciona con la pronta llegada de la navidad y los toros ya de la próxima temporada. 
A mi, como a casi todos os habrá pasado, el toro me ha acercado a grandes personas. Individuos desconocidos venidos de otros lugares de esta la madre tierra, con los que probablemente no tendríamos nada que ver si no fuese por el. Ese animal adorado, admirado y venerado por aquel que se acerca y lo trata de conocer. Personas que en pocos minutos entran en tu corazón y allí permanecen, imperecederos hasta el año que viene y desde ese, los siguientes.
Pues sí, ya envuelta en el plumas y pisando con las de agua, con la ropica blanca y los atuendos de fiesta ya en fecha de embalarlos para guardar, este año para mí, la temporada se alargaba. Tenía en la mente una cita más, Onda.
Estos Sanfermines pasados, como por arte de magia, conocí a una persona con la que en realidad ya había hablado antes. Alguien con quien estoy segura, ya me había cruzado alguna vez en la Estafeta después de un encierro, en San Sebastian de los Reyes o en Tafalla, que sé yo. Tengo la sensación que siempre estuvo ahí pero no me había dado cuenta y sí, gracias a esta pasión loca, nos conocimos por fin. Para mí como caído del cielo. Él procedente de Onda, fue el que marcó una fecha más en mi calendario taurino y no le hizo falta ni preguntar, 18 de octubre.
Conocerle supuso entender un proyecto que él tenía entre manos, la página Corredor de Encierros. Se puede decir que la afición desinteresada con la que él trabajaba por esa página me llamó la atención y entre tantas cosas, me explicó que tenía un sueño en la cabeza y tal como me lo contó, pensé yo, "lo  importante es que sigas luchando por él de la misma manera que me lo has explicado, con el corazón". La carrera que el tenía en mente era arriesgada, dura, de largo recorrido y aunque por tramos llegó a parecer que se vendría abajo, nunca perdió el sitio, se mantuvo firme en la testuz, templo las embestidas con coraje y supo salir de la adversidad por todo lo alto, eso fue el pasado sábado 18 de octubre.
Fuimos muchos los que nos acercamos hasta allí, como se suele decir "a verlas venir" ¡¡Y vaya como vinieron!! Puedo decir que desde que puse el primer pie en Onda, una sonrisa perenne procedente de una sensación de felicidad, se apoderó de mi y de cuantos tenía a mi alrededor. Yo no sabría ponerle nombre a lo que nos dieron pero era bueno seguro... Acogida, amabilidad, risas, bailes, generosidad, miedo, adrenalina, seguridad... 
Él se empeñó en poner el colofón final a la temporada de Corredor de Encierros por todo lo alto y así lo hizo. Aunque en  realidad lo más destacable no es lo alto que lo hizo si no lo bien que salió. Les podría hablar de los tres encierros que hubo o de la capea, de la tertulia o el almuerzo, del pasacalles, los toros de cajón, los embolados y de un sin fin de bailes, comidas y acontecimientos varios, pero lo mejor de todo es que hubo unidad. Todo el mundo remó en el mismo sentido hasta llegar al fin de fiesta juntos y ¡¡felizmente agotados!! Y como por necesidad tengo que decir que me llevé para mí, sí para mí, a grandes personas. 
Tuve además el honor y la responsabilidad de moderar la tertulia post-encierros y a pedir de boca el decir que el cartel era de los de "no hay billetes":

Hablar con un hombre sensible y luchador en la vida y en la cara del toro como Alberto "Torrechiva", te enseña que las lecciones que da la vida solo hay un gesto adecuado para afrontarlas, una sonrisa.
Si digo nobleza, claridad y buenas maneras me refiero por supuesto al navarrico Miguel Leza. Esa afición desmesurada con la que él vive el toro y el encierro, es digna de aparecer en los "manuales". Mucho respeto.
Como si se tratara de un cuento habla "Paco" del encierro. Esa dulzura y sensibilidad con la que es capaz de hablar de los momentos más angustiosos para un corredor, sorprende, cautiva y atrapa.
Otra sensibilidad diferente es la de Jose Luis Marín. Quizá más frío y cauto al expresarse, saco aún así a relucir su gran afición y su capacidad de superación.

Pensado tenía hacerle una reverencia pero en cuanto le tuve a mi lado, más que eso le dí un abrazo, Francisco Cano. Emocionante para todos escuchar a un hombre con una historia a las espaldas de 102 años. Más de un siglo entregado a sus delirios: El toro, los Sanfermines y la fotografía, bueno y las mujeres. Hubiésemos necesitado horas y más horas. Para mi personalmente muy emocionante, entrañable y tierno haber podido hablarle al oído a la voz de la experiencia.  
Una chica con carácter y valor,  mi compañera Tania Alonso. Decir que detrás de ese rostro serio se esconde lo mejor de ella, una chica sensible y sobre todo autentica.
A la sombra siempre se cobijan los bombones, Jose García. Conocimiento, inteligencia, bondad y armonía son tus principales ingredientes, no te escondas.  
Me gustaría finalizar dando las gracias a todos ellos, los que hicieron posible un día tan redondo y tan bonito. Cada uno de vosotros con los que compartí una sonrisa, un baile o una conversación. Y por supuesto a ese chico que un día me encontré casi por casualidad en Pamplona y gracias a su perseverancia pudimos disfrutar todos los demás de un gran día de toros en Onda, mi enhorabuena a ti, Vicent Canelles. 



  

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